11 mayo, 2012

Mario Tascón: "Hoy el periodista ya no es un intermediario igual de fiable"



El sector de la comunicación está siendo modificado en muchos sentidos. Los cambios se suceden unos tras otros y pocos son los que saben con certeza qué pasará mañana. Los nuevos medios han ocupado ya el lugar privilegiado que el periodismo tradicional ha dejado vacante. Las nuevas tecnologías han dado a la ciudadanía un poder sin igual para crear y difundir información con el objetivo de desenmascarar a los poderosos de la política y luchar contra las injusticias. El periodista de toda la vida está siendo eclipsado por cualquier persona avispada que tenga una cuenta en Twitter y sepa usarla con inteligencia. ¿Qué le espera al periodismo? Si hay alguien que puede hablar con conocimiento de causa sobre medios digitales y redes sociales es Mario Tascón (@mtascon). 

Hace muchos años que este gallego comenzó su andadura en el mundo del periodismo. En 1989 empezó a formar parte de El Mundo, diario del que fue director adjunto. En 1994 creó y dirigió elmundo.es, que encabezó la audiencia de las ediciones digitales en España. Del 2000 al 2008 fue director general de Prisacom, el área digital del grupo Prisa, y desarrolló las webs de medios como El País, Cadena Ser, Cuatro, 40 Principales y Canal Plus, entre otros. Ha sido asesor de más de 15 medios internacionales, organizaciones, del Gobierno y de empresas como la Agencia EFE o BBVA, así como profesor de la Universidad de Navarra. También es responsable del blog 233grados.com, y actualmente socio director de Prodigioso Volcán S.L. Dando la Letra ha tenido la oportunidad de conversar con él sobre el presente, futuro y replanteamiento de la profesión periodística. Todo un placer, Mario.



Con un simple vistazo a su currículum puede afirmarse que es un experto en todo lo referente a las nuevas tecnologías y su influencia en el periodismo, y ha presenciado muy de cerca la creación de nuevos medios. ¿Cómo ve el futuro del periodismo a corto y largo plazo? ¿Quedan más cambios que presenciar, o ya lo hemos visto todo?


El futuro del periodismo lo veo bien, distinto al que ha habido hasta ahora y, seguramente, con menos periodistas. ¿Si nos queda mucho por ver? Espero que sí, que no paren de sorprendernos los cambios.




Ha llovido ya mucho desde que dirigió El Mundo y creó, en 1994, elmundo.es, que se convirtió entonces en la referencia digital informativa en España. Años más tarde comenzó su andadura en Prisa y fue responsable de las webs de El País, As, Cadena Ser, 40 principales, Cuatro y Canal Plus, entre otros. ¿Qué relación cree que existe entre la prensa tradicional y su versión en la red? Hay quienes sostienen que el papel está condenado a desaparecer (ej. Público). ¿Es la prensa digital un buen complemento del papel y, a la vez, su pasaje hacia la extinción?


La relación es muy íntima y necesaria, si los periódicos no ofreciesen a los lectores la posibilidad de ser leídos en la red lo harían otros. Si no tuvieran versiones digitales tampoco tendrían la oportunidad de ganar más lectores con ese sorporte. Es evidente que la relación con el papel ha cambiado, pero no creo que esta sea la causa de que los periódicos pierdan lectores. Existen otras muchas razones como los cambios en los hábitos de consumo, el tipo de público... El medio no puede permitirse no pasarse a la red, sería un atraso.



Uno de los cambios fundamentales en el terreno de la comunicación ha sido la aparición del periodismo ciudadano: blogs, redes sociales, nuevas aplicaciones... Los ciudadanos encuentra en las TIC una herramienta de lucha social (Primavera Árabe, 15M...), la tradicional relación emisor-receptor se ve modificada y ‘cualquiera’ puede ser periodista. ¿En qué lugar deja esto al periodismo y periodista tradicionales? ¿Corren el riesgo de desaparecer?

La relación entre emisor y receptor ya ha cambiado, al igual que lo ha hecho la manera de obtener información. Todo ha cambiado muchísimo en muy pocos años, incluso hay trabajando en el medio gente muy influyente que no es periodista, no porque pretendan serlo sino porque destacan en un ámbito de conocimiento concreto y lideran opiniones. Sí, el periodismo ha cambiado y el periodista ya no es un intermediario igual de fiable, aunque no creo que este nuevo periodismo vaya a sustituir al tradicional, simplemente lo está cambiando.


Dentro del conglomerado de nuevos servicios online y, en concreto, las redes sociales, el protagonismo lo tiene, sin duda, Twitter. Usted es un tuitero habitual y, además, ha escrito junto a Mar Abad el libro 'Twittergrafía. El arte de la nueva escritura'. ¿Qué ventajas le encuentra a Twitter con respecto a las demás redes sociales? ¿Ha conseguido cambiar la manera de concebir la comunicación, sobre todo entre los más jóvenes?

Sí, soy tuitero habitual y creo que es evidente que Twitter ha supuesto un cambio brutal en la comunicación. Es más rápido y eficaz, y ha modificado la agenda informativa tradicional. Ha obligado a los periodistas a renovarse: ahora la mayoría de ellos informan por Internet y tienen cuentas activas que utilizan a diario. También la gente la está usando cada vez más, lo que deja ver que es una red diferente al resto. 


¿Además de ser una herramienta, se ha convertido también en un medio de comunicación?


Sí, sin duda hay una parte de Twitter que ha alcanzado el carácter de medio, aunque yo diría que no se ha convertido en un solo medio sino en la suma de muchos de ellos. De alguna manera, la jerarquización de información que generalmente hacían los medios la está haciendo ahora Twitter.



Tiene, también, experiencia en las aulas. En la actualidad está en boca de todos si la carrera de periodismo es o no válida, si es imprescindible una formación académica (y universitaria) para dedicarse al sector de la comunicación. En una entrevista realizada en 2007, usted comentó que existe “una falta de preparación correcta en las universidades, en general en el periodismo y específicamente en periodismo online”. ¿Qué opina ahora acerca de la docencia en este ámbito? ¿Cómo debe formarse a los ‘nuevos’ periodistas? 


Bueno, he de decir que yo no soy partidario de que se curse una carrera para desempeñar la profesión periodística, no creo que sea necesario un título para ejercer. Sí es verdad que el planteamiento actual no es el correcto, pero lo cierto es que esta es una discusión muy difícil. Me parecería mucho más interesante incorporar otros perfiles al periodismo que hiciesen que todos los que estudian fuesen periodistas. Es evidente que esto es algo que las universidades deben cambiar, ya que supone un problema para la docencia y las empresas del sector que las personas que se incorporan a un trabajo lo hagan sin la formación necesaria. Debe haber un replanteamiento para solucionarlo, y más aún hoy en día, cuando este trabajo escasea.



Ante el panorama social y político en el que nos encontramos, a los estudiantes de periodismo se les aconseja la especialización, que sean capaces de destacar en algo. Sin embargo, las empresas prefieren en tiempos de crisis apostar por los más polifáceticos. ¿Usted vota por la especialización o por la diversidad periodística?


Creo que ambas cosas son útiles y para nada incompatibles. Es cierto que es más fácil encontrar trabajo si te especializas en algo determinado pero, por otra parte, la profesión ha cambiado y se precisan perfiles más multidisciplinares, aunque sin llegar a la locura de que una sola persona haga de todo. No hablamos de la aplicación profesional de disciplinas muy concretas como la informática o la ingeniería, pero si una persona normal hace muchas cosas normales como manejar su móvil, su cámara y montar vídeos, ¿por qué no lo va a hacer un periodista?

07 mayo, 2012

#GanaHollande



Hace unas horas que la izquierda europea ha empezado a dar saltos de alegría. François Hollande ganó en la tarde de ayer las elecciones francesas, dando así un halo de esperanza a todos aquellos que no creen en el camino de la derecha para solucionar los problemas que sufre Europa. El socialista se ha impuesto con un 51'67% de los votos a Nicolas Sarkozy, que tan sólo veinte minutos después del cierre de las urnas ha comparecido ante cientos de seguidores para asumir "la responsabilidad de la derrota". Por su parte, Hollande ha repetido que sus prioridades van a ser la igualdad, la justicia social, la educación y "la reorientación de Europa hacia el crecimiento y el empleo", y que su misión será "dar a la construcción europea una nueva dimensión". 

Sin lugar a dudas, este es un enorme cambio para Europa, que en medio de un escenario más que crítico recibe con alegría la llegada de un socialista al poder. ¿Qué nos espera con Hollande? ¿Cómo se las arreglará para lidiar con Europa? ¿Cómo gobernará a sus franceses? ¿Responderá a las expectativas que en él tenemos puestas? Hoy no se habla de otra cosa. La prensa europea ha estado inundada de portadas con la foto del nuevo presidente y comentarios de lo más diversos. La red no ha sido menos. Twitter ha seguido muy de cerca su trayectoria hacia el Elíseo, dejando por el camino innumerables opiniones. A continuación, una recopilación de lo que se ha dicho en el papel y en las pantallas, de felicitaciones, críticas y peticiones a Hollande, de muestras de esperanza (en su mayoría) en medio de la agonía social. Desde Dando la Letra sólo nos queda decir: Hollande, no nos decepciones.




















03 mayo, 2012

Día Mundial de la Libertad de Prensa


Este blog fue inaugurado con una palabra enormemente significativa: periodigno. Hoy, algo más de un mes después, vuelve a protagonizar la jornada con fuerza. ¿La razón? Celebramos el Día Mundial de la Libertad de Prensa, una notable carencia en el periodismo de la sociedad de la información, aunque resulte paradójico. 

El gran Iñaki Gabilondo, periodista más que veterano, comentaba hoy mismo que, "si el futuro es el que parece que es, el periodismo lo va a pasar muy mal". Y es que este período de precariedad que nos lleva tocando vivir desde hace varios años no hace ningún favor a la profesión y a los muchos que la ejercen (o, al menos, lo intentan). En los últimos cuatro, son más de 6000 los periodistas que han perdido su trabajo, y el 20% de ellos lo ha hecho en lo poco que llevamos del 2012. Por esto, y por mucho más, centenares de personas relacionadas de algún modo con la causa han querido salir a la calle en un día como hoy para alzar la voz y ser escuchados. En más de 40 provincias de toda España han querido denunciar la grave situación que el sector de los medios de comunicación está atravesando, así como defender la libertad de prensa como instrumento imprescindible para el desarrollo de la democracia




"Somos garantes del derecho constitucional" o "No queremos ser meros distribuidores de información preelaborada" han sido varias de las innumerables declaraciones que podían verse en las pancartas y carteles que han inundado las concentraciones de periodistas. Y es que, a estas alturas, parece haberse olvidado el esencial papel que un buen periodismo juega en el desarrollo de una democracia justa. Muchos han sostenido, y sostienen, que es el propio periodismo el que permite la existencia de la democracia, que no puede subsistir con censura, ausencia de libertades y la implantación de fuertes sesgos ideológicos. Los profesionales no pueden ejercer como tales cuando no son más que máquinas personificadas que pasan información de arriba abajo, del poder al pueblo. Los buenos periodistas, que los hay, no tienen por qué ver ensuciada la imagen de su profesión porque otros tantos deseen churretearla con trabas al ejercicio de la libertad de expresión. 




El periodismo, una profesión necesaria que surgió para acompañar al hombre en su búsqueda y adquisición de libertades, no es capaz de separarse de él ni en los malos momentos. Si el hombre sufre, el periodismo también. Y es eso lo que está ocurriendo ahora. En un período muy difícil económica y socialmente no dejan de recortarse medios: no dejan de recortarse libertades. Rebajas salariales aplicadas a los ya indignos salarios, reducción de las redacciones, instrucciones y normas que coartan la libertad de expresión y el derecho a la información, ruedas de prensa en las que no se aceptan preguntas, el amiguismo entre publicidad e ideología en radios, televisiones y prensa... A lo que hay que añadir el peligro real y físico que sufren los periodistas de países como México, no por la pérdida de su trabajo, sino por la de su vida.

Es, precisamente, en estos momentos en los que se hace necesario alzar la voz para defender y luchar por un periodismo digno, por una democracia digna. Porque sin periodismo no hay libertades, no hay verdades, y, periodistas para contárnoslas, sobran. Logremos que permitan que todos aquellos que pelean, se forman y se ilusionan por ejercer una profesión como la nuestra puedan hacerlo; gritemos fuerte para convencer al mundo de que matando a los periodistas no se mata la verdad; concienciemos a todos de que pueden estropear el periodismo, pero a los buenos periodistas nunca se les consigue callar. Seguiremos informando.




01 mayo, 2012

¿#NOatomarlacalle?



Hoy, 1 de mayo, Día del trabajo, no es un 1 de mayo cualquiera. Las protestas y marchas, convocadas por todo el país en señal de queja por los recortes del Gobierno contra la crisis, protagonizan una mañana de lo más agitada tanto en las calles como en la red. Desde primera hora, Twitter ha sido un hervidero de opiniones, críticas y apoyo a las concentraciones que están teniendo lugar a estas horas en más de 80 ciudades españolas. Pero, sin duda, la chispa del conflicto tuitero ha saltado cuando el diario La Razón, a través de su cuenta en la red social (@LARAZON_es), se ha rebelado verbalmente contra las marchas convocadas por los sindicatos. A eso de las 10 de la mañana, La Razón tuiteaba un firme y rotundo #Noatomarlacalle que, en pocos minutos, se convertía en Trending Topic.







@LARAZON_es no cabe en sí de orgullo y alegría. #NOatomarlacalle se ha convertido en TT nacional y global, y todo gracias a ellos. Por supuesto, no han parado de alimentarlo, retweeteando constantemente a la gente que los apoyaba y autofelicitándose por el logro. Pero, yo me pregunto, ¿qué significa que #NOatomarlacalle esté siendo TT? ¿De verdad la gran mayoría de tuiteros opina del mismo modo que La Razón? ¿En serio la sociedad está claramente dividida entre los miles de ciudadanos que están en la calle gritando y los que están en casa tuiteando que no van a salir a manifestarse?

Esta situación me recuerda enormemente a la vivida, también en Twitter, el pasado noviembre con motivo del debate electoral entre los líderes del PP y PSOE, Rajoy y Rubalcaba. Por supuesto, la red social fue un constante reflejo de lo que se opinaba en las casas acerca de lo que ocurría en el mismo: que si uno llevaba razón en tal cosa, que si el otro no la llevaba en otra, que si el moderador esto, que si la corbata del otro aquello... En fin, un aluvión de apuntes que, sin duda, amenizaron tan ilustre acontecimiento democrático. Pues bien, nueve de los diez Trendig Topics del momento estuvieron dedicados al debate pero, sin duda, mi atención la llamó uno en concreto: #RajoyGana

A lo largo de varias horas, durante y después del debate, #RajoyGana se hacía con el protagonismo indiscutible de cientos y cientos de tweets y con el orgullo de cientos y cientos de populares (imagino que hasta con el del mismísimo Mariano) que se regocijaban al comprobar cuán convincente había sido el discurso del candidato. Sin embargo, y sintiéndolo mucho, ya les digo yo desde aquí que aquel TT, al igual que el de hoy, fue enormemente engañoso, pues la ingente cantidad de alusiones a los mismos no solo son del tipo "¡Qué bien lo ha hecho el del PP!¡#RajoyGana!" y "No pienso unirme a los sindicatos #NOatomarlacalle", sino también del de "¿¿#RajoyGana??¡Por encima de mi cadáver!" y "#NOatomarlacalle, directamente a tomar la Moncloa!!". Es más, me arriesgaría a decir que la mayoría de los tweets que conforman esas tendencias se asemejan más a este segundo tipo que al primero, a esos con tinte indignado que responden a los primeros con aire bélico e irónico.

En definitiva, lo que ocurre en Twitter no son más que datos: tantas personas han dicho tal, o tal ha sido dicho tantas veces por tantas personas. Y, como todos los datos, puede ser interpretado por cada uno como más convenga. En estos dos ejemplos, como hemos visto, convenía, ¡vamos si convenía!